Por La Barra Espaciadora
El Estado te mete la mano al bolsillo de distintas maneras. ¿Inevitable? ¿Necesario? Ni vivimos en la comunidad ideal en la que, voluntariamente, se hace vaca para priorizar al bien común frente al individual, ni estamos en capacidad de decir “vengan, pasen, llévense nomás lo que ustedes consideren necesario”.
Quién sabe si la palabra calza, pero es una suerte de “equilibrio” entre los derechos y obligaciones, tanto del Estado como de los ciudadanos.
Sin embargo, una cosa es que en cada compra nos cobren el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto a la Renta, el de los Consumos Especiales, el predial…, dineros que, por ley, tienen que invertirse en mejorar y extender los servicios públicos, y otra cosa es que, de manera obligatoria, el IESS -mediante una resolución- se lleve la quinta parte de los ingresos de quienes trabajan por cuenta propia, sin relación de dependencia. Y dice que lo hará a partir del 1° de abril.
El que sea el IESS el que se lleva la plata y no el Servicio de Rentas Internas o la Aduana tiene una particularidad: que se supone que la seguridad social responde a un sistema que se basa en criterios de solidaridad, de auxilio, de respaldo, es un respiro para quienes no cuentan con los recursos necesarios para, al menos, acceder a atenciones médicas oportunas. Pero, la Resolución 464, suscrita por el Consejo Directivo el 29 de enero deja sin piso a la expedida en noviembre pasado, que permitía la afiliación voluntaria sin mayores requisitos.

En la Resolución 464 se dispone que, de manera obligatoria, todos los trabajadores sin relación de dependencia -contadores, meseros, abogados, dueños de tiendas, zapateros, ingenieros, médicos, etcétera- aporten el 20,5% de sus ingresos o del valor declarado en el pago del Impuesto a la Renta del año anterior para el IESS.
Quienes sobrevivimos así, sin jefe, sabemos que hay meses rentables, otros no tanto y otros en los que nos comemos la camisa. Para evitarse el dolor de cabeza de atender casos individuales, el IESS estableció como referencia mínima para el cálculo el sueldo básico (340 dólares). Eso significa que el pago más bajo será de 69,7 dólares mensuales. Quien no pueda pagar eso está excluido del sistema de seguridad social. Hasta allí, la decisión es vista desde la autoridad y la ley, que legítima o no, ¡es la que manda! (Un extenso análisis sobre sus inconsistencias legales puede revisarse en un artículo de Andrea Peña, publicado por GkilCity).
Sin embargo, en la orilla del ciudadano está la indefensión, está el descuento que se le viene cada mes y que, sumado a otros, se convierte en una pesadilla. Veamos algunos casos:
José tiene un pequeño bar cerca de la Universidad Central. Está registrado en el Servicio de Rentas Internas y su facturación mensual es de unos 6 000 dólares, trabajando de lunes a viernes, desde las 11h00 hasta las 24h00. En números gordos, todos los meses paga:
Gastos de José |
Monto |
Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) |
1.000 dólares |
Alquiler del local |
700 dólares |
Sueldos y afiliación de empleados |
1.500 dólares |
Agua, luz, teléfono, internet y televisión por cable. |
200 dólares |
Proveedores de cerveza, licores, comida y otros. |
1.300 dólares |
Total de gastos |
4.700 dólares |
Le quedan a José |
1.300 dólares |
Como muestra el cuadro, a José le quedan unos 1 300 dólares para los gastos de su familia. Pero ahora, con la nueva disposición del Consejo Directivo del IESS, debe sumar un descuento de 1 230 dólares por concepto de su afiliación obligatoria. Entre sumas y restas, le quedan menos de 100 dólares en el bolsillo. Ojo: no se ha incluido el 8% de anticipo del Impuesto a la Renta, ni el pago a la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador (SAYCE) ni los demás tributos que exige el Municipio por concepto de patente y permisos de funcionamiento…
Para escribir este artículo también nos reunimos con Jorge, un joven diseñador gráfico que trabaja en la modalidad freelance para varias ONG. Con suerte, al mes factura un promedio de 2.000 dólares. Sus gastos son:
Gastos de Jorge |
Monto |
Cuota mensual del departamento |
420 dólares |
Cuota mensual del carro |
300 dólares |
Pensión de la hija |
310 dólares |
Empleada doméstica (a medio tiempo) |
200 dólares |
Compras de supermercado y almuerzos |
300 dólares |
Agua, luz, teléfono, internet, cable y alícuota del condominio |
200 dólares |
Clases de natación de su hija |
80 dólares |
Gasolina |
50 dólares |
Total de gastos |
1.860 dólares |
Le quedan |
140 dólares |
Sin embargo, con la nueva disposición ahora deberá reservar USD 410 de aporte obligatorio al IESS. ¿Qué sacrificará?, ¿alimentación?, ¿vivienda?, ¿educación?, ¿movilidad?, ¿no tener más hijos? Jorge respondió que no tiene ni la más mínima idea…
A María Augusta la noticia le cayó como un puñete. Ella trabaja haciendo trámites para otras personas. En palabras nuestras: da haciendo depósitos, da pagando la luz, el agua, el teléfono… Gana unos $ 400 mensuales y así van sus gastos:
Gastos de María Augusta |
Monto |
Arriendo |
100 dólares |
Luz, agua y teléfono |
60 dólares |
Comida |
100 dólares |
Gastos de la escuela de los niños |
78 dólares |
Buses |
60 dólares |
Total de gastos |
398 dólares |
Le quedan |
2 dólares |
La misma historia: no tiene ni la más remota idea de cómo cuadrar sus cuentas para cumplir con la Resolución que firmó Fernando ‘Corcho’ Cordero, presidente del directorio del IESS.
El problema de esta medida es el orden de las prioridades. Arriba: financiar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, darle mayor liquidez; abajo: el impacto que significa quitarle al afiliado la quinta parte de sus ingresos. ¿Y dónde queda el estribillo ese de que en esta dizque Revolución el capital estará al servicio del ser humano y no al revés, como hacían los ortodoxos de Lucio y demás?
Al 7 de marzo, día en que escribimos este texto, o sea once días después de firmada la famosa resolución 464, en la página web del IESS aún se nos dice que existe la afiliación voluntaria, figura que precisamente fue eliminada para los ecuatorianos residentes en el país para dar paso a la afiliación obligatoria de todos los trabajadores, incluidos quienes no tienen relación de dependencia:
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Trabajador autónomo.
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Profesional en libre ejercicio.
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Administrador o patrono de un negocio.
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Dueño de una empresa unipersonal.
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El menor trabajador independiente.
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Los demás asegurados obligados al régimen de Seguro General Obligatorio en virtud de leyes y decretos especiales.
Raúl López, director de Afiliación Voluntaria y Cobertura del IESS, ofreció una rueda de prensa en la que soltó varias perlas. La que más duele: que quien no pague su 20,5% debe salir inmediatamente del sistema de seguridad. En resumen: si no pagas, no tienes derecho. Si no pagas, te puedes estar muriendo que el IESS no se hace cargo de ti. O sea: el ser humano al servicio del capital…
Este funcionario dijo que durante un año el Seguro Social espera reclutar 450 mil nuevos afiliados sin relación de dependencia. Suponiendo que todos esos nuevos aportantes declaren sobre el sueldo básico (340 dólares), el ingreso para el IESS sería de 31,3 millones por mes (que salen de 450 mil nuevos afiliados x 69,7 del aporte). En un año calendario, el Seguro se embolsaría, como mínimo, 375,6 millones de dólares.
Una manito de propaganda y el drama se convertirá como por arte de magia en una buena nueva: más ecuatorianos acceden al derecho constitucional a recibir seguridad social. Y aquí no ha pasado nada… ¿O sí?
*COLETILLA: PARA FERNANDO CORDERO OBLIGATORIO Y VOLUNTARIO SON SINÓNIMOS